Los de Consti

Asalto a un ciber 

Un viernes a la noche ya casi no quedaban clientes en el ciber. Entraron dos chicos, parecían nerviosos, uno de ellos le dijo al empleado: - Amigo ¿hay máquinas? - y él  le contesta: - si, ¿Cuánto tiempo querés?. Le  respondió: una hora.
Cuando va a pagar los dos pesos, le ponen en el mostrador un revólver y le dijeron muy violentamente: dame la plata o los chumbos que tengo van a ir a tu cabeza. El dueño entra y le dice: ¿ya contaste la plata? Le responde: si ya la conté y le hace seña de que el ladrón estaba debajo de él. Sale rápidamente y le dice: -¡Tirate al piso  dale!
El empleado toca la alarma, llegan los policías y el ladrón le pregunta: ¿qué tocaste? – y le dice: no toque nada. A los 20 minutos se escuchan 3 disparos. El ladrón mató al dueño, al empleado y luego se suicidó.   

 

 

Carlos, Jonathan y Claudio

Los chicos fantasmas  

     

   En 1899 en una ruta totalmente destruida había en un costado de ella una escuela.  Cuatro amigos llamados Juan, Javier, Pablo y Luis, cuando llegó la hora de salida de la escuela, decidieron ir todos a la casa de Juan.  Estaba oscuro y faltaba caminar unos km. cuando se les apareció un hombre que les dijo: ¿a dónde van ustedes? Y los chicos le contestaron: - A la casa de Juan. 
    -No pasen más por esta ruta.  Si vuelven a pasar se las verán conmigo. Al día siguiente fueron  otra vez. El  hombre agarró un arma y los espantó. Las madres de los niños fueron a buscar a un policía y juntos los encontraron sin recordar absolutamente nada: no sabían como se llamaban ni porque estaban ahí. Terminaron los tres como fantasmas.       

                                          

 

                                                                                                                                                            

Autores: Carlos Luberiaga, Claudio Rodríguez y Jonathan Duran